domingo, 3 de julio de 2011

Métodos para cuidar la Tierra: "Reciclaje"

Reciclaje
Es un proceso fisicoquímico o mecánico que consiste en someter a una materia o un producto ya utilizado a un ciclo de tratamiento total o parcial para obtener una materia prima o un nuevo producto. También se podría definir como la obtención de materias primas a partir de desechos, introduciéndolos de nuevo en el ciclo de vida y se produce ante la perspectiva del agotamiento de recursos naturales, macro económico y para eliminar de forma eficaz los desechos.


Las 3R Ambientales son las siguientes:
  1. REDUCIR: Hay que generar menos basura y desechos al medio ambiente.
  2. REUTILIZAR: Es volver a usar una cosa sin alterar químicamente su forma dándole un nuevo uso.
  3. RECICLAR: Es hacer una separación selectiva de la basura (Papel, Cartón, Vidrio, Metal, Plástico) para volver a su estado inicial y poder fabricar algo con ello beneficioso para la economía social y para el medio ambiente.
Reduce, Reutiliza,  Recicla


Recientemente,  se convirtió en 4R Ambientales agregando REEDUCAR/RECHAZAR.
Reeducar Ambientalmente


La educación ambiental se aparta de la transmisión tradicional de conocimientos y destrezas para adentrarse en la nebulosa de la ética y la sensibilidad. No es sólo para los niños, ni tampoco exclusiva de adultos. Es algo más que conocimientos, pero necesita de ellos. Es interrelación, espíritu crítico y mirada global. Es pensamiento, inquietud e inconformismo. Es compromiso y dedicación.” Alfonso Martínez, Biólogo y Ambientalista.

La reeducación en temas ambientales se puede realizar de diferentes maneras dirigido hacia todos los niveles de nuestra sociedad a partir de charlas,  talleres,  foros,  publicaciones sobre el tema,  educación inicial en las escuelas y colegios,  ferias ambientales,  entre otros medios que nos sirven para crear la consciencia ambiental que es la que nos hace falta.

Como conclusión,  si nosotros realizamos estas 4R Ambientales de una manera correcta a través del tiempo disminuimos la cantidad de basura y desechos que generamos y,  a la vez,  ahorramos energía y recursos naturales beneficiando a las futuras generaciones ya que contaminamos menos el agua,  el aire y el suelo.

Manglares: Ecosistema Marino - Costero

El manglar es un bioma intermareal muy productivo,  característico de las costas tropicales.  Allí donde existen pequeñas bahías protegidas,  lagunas imperturbables y desembocaduras de placidos ríos se forman estas llanuras cenagosas de la interfase tierra-mar,  en las que los organismos pueden soportar diferentes grados de exposición a la desecación y de salinidad del agua (OCÉANO,  1997). 

La palabra manglar se refiere a un grupo de especies de árboles y arbustos que crecen en áreas de la costa en plena zona de influencia de las mareas (estuarios,  lagunas y ensenadas),  conocidos como mangle,  sujetas a inundaciones periódicas por agua salina o salobre (Encarta,  2006b; Román,  1985).

De acuerdo a Redmanglar Internacional (2009),  el manglar es un ecosistema marino-costero ubicado en los trópicos y subtrópicos del planeta presenciándose en las costas de América Latina, desde México hasta el Perú; donde,  en algunas partes del continente americano se les denomina bosques salados debido a su composición principal de especies halófitas, es decir, especies vegetales tolerantes y sujetas a inundaciones de agua salada. 

A pesar del estrés ecológico aparente de las condiciones fluctuantes,  se desarrolla una vegetación dominante llamada mangle (OCÉANO,  1997),  que es un bosque bajo, que no suele sobrepasar 15 m de altura, aunque en algunas zonas, que coinciden con la desembocadura de los ríos, llega a alcanzar 30 metros (Encarta,  2006b).  Según Agraz et al (2006),  el término mangle se deriva de un vocablo guaraní que significa árbol torcido.

Clasificación del Manglar
De acuerdo a su distribución geográfica se pueden distinguir dos tipos de manglar (Encarta,  2006b): Orientales, muy ricos en especies y presentes en las costas del océano Índico y en las costas occidentales del océano Pacífico; y,  Occidentales, más pobres en especies y localizados en las costas de América y en la costa oriental del océano Atlántico.


Igualmente,  los manglares se pueden clasificar basados en el área donde se desarrollan: Manglares riberinos,  los que se desarrollan en la parte estuarina de los ríos; Manglares de cuencas,  que crecen en llanuras costeras de pobre drenaje; y,  Manglares de borde o islote,  propios de las costas donde el manglar crece en contacto directo con el mar (ANAM,  1999).

Y,  otra forma de diferenciar el manglar es por su composición taxonómica,  basado en el artículo “Manglar” de Encarta (2006b),  donde dominan las especies del género Rhizophora (R. mangle o mangle rojo), que da nombre a la familia Rhizophoraceae, caracterizadas porque son vivíparas,  presentan raíces zanco y neumatóforos; y,  las del género Avicennia (A. germinans o mangle negro), de la familia Verbenaceae, que no presentan viviparismo pero sí neumatóforos. 

Otros géneros comunes son Laguncularia (L. racemosa o mangle blanco) y Conocarpus, que crece en las zonas de menor concentración salina (C. erectus o mangle de botones o botoncillo), ambos pertenecientes a la familia Combretaceae; y,  el género Pelliciera (P. rhizophorae o mangle piñuelo) perteneciente a la familia Theaceae. En las zonas cenagosas ya no influenciadas directamente por las mareas se desarrolla un tapiz de densidad muy variable compuesto principalmente por el helecho de mangle conocido como Acrostichum aureum (Encarta,  2006b; Carrasquilla,  2008).

Beneficios del Manglar

Beneficios Ecológicos
Beneficios Comerciales y Sociales
1. Aportar materia orgánica y energía para el funcionamiento de los ecosistemas.
1. Aumentar la producción de los recursos hidrobiológicos para consumo humano.
2.Mejorar la capacidad de regeneración natural del bosque.
2. Simpatizar la producción forestal sostenible.
3. Formar barreras rompe vientos de protección costera.
3. Producción de madera, carbón y leña.
4. Proteger lagunas y estuarios.
4. Proteger diques marinos, otras áreas e industrias.
5. Generar hábitats para la fauna.
Fuente: INRENARE y OIMT (1996).

Productividad del Bosque de Manglar

Entre los usos actuales del manglar en Panamá,  de acuerdo a MarViva (2011),  se detallan a continuación:
  1. En el 2007,  la Republica de Panamá contaba con 1,697.00 km2 de bosque de manglar: 91% en el Pacifico y el 9% en el Caribe.
  2. Se han identificado 5 géneros de mangle en todo el país: Rhizophora,  Avicennia,  Pelliciera,  Laguncularia y Conocarpus.
  3. Desde tiempos muy remotos,  miles de familias dependen del manglar para subsistir utilizando varas,  muletillas,  soleras y otros productos forestales; usando la cáscara para producir tintes o mediante la pesca,  la extracción de moluscos.
  4. En el Golfo de Chiriquí,  aproximadamente 2 mil pescadores artesanales y sus familias dependen de los peces,  conchas,  camarones y otros productos que necesitan del manglar en alguno de sus ciclos de vida.
  5. Hoy,  una parte importante de los panameños han aprendido a cuidarlos,  a usarlos en forma sostenible y a promover nuevas formas de uso,  que involucran su conservación.

Bibliografía

Agraz,  C.,  et al.  2006.  Guía de Campo: Identificación de los manglares en México.  MX,  Universidad Autónoma de Campeche.  45 p.

ANAM (Autoridad Nacional del Ambiente,  PA).  1999.  Recursos Costeros – Marinos de Panamá: Análisis de la situación actual.  Eds. J González; BID (Banco Interamericano de Desarrollo).  PA,  Autoridad Nacional del Ambiente.  v. 3,  p 1 – 6,  17 – 18,  32 – 33. 

Carrasquilla,  L.  2008.  Árboles y Arbustos de Panamá.  2 ed.  PA,  Editora Novo Art,  S.A.  478 p.

Encarta.  2006b.  Microsoft Encarta 2006 Biblioteca Premium: Manglar.  (CD-ROOM).  US,  Microsoft Encarta.  1 CD-ROM.

MarViva.  2011.  Manglares para la vida.  PA,  s.n.t.  s.p. (8 p.).

OCÉANO.  1997.  Enciclopedia Océano de la Ecología: Litoral marino,  estuarios,  manglares y arrecifes.  Barcelona,  ES,  OCÉANO Grupo Editorial.  t. 2,  p. 113 – 120.

Redmanglar Internacional.  2009.  Ecosistema Manglar (en línea).  s.l.  Consultado 10 ene.  2011.  Disponible en http://www.redmanglar.org/redmanglar.php?c=161

Román,  A.  1985.  “El manglar: Un ecosistema en peligro” (Artículo adaptado de la Revista El Trópico).  La Prensa,  Panamá,  PA,  may. 21:148

Situación Actual de los Manglares de Panamá

Manglares

Estero La Matita,  Puerto Pedregal,  provincia de Chiriquí.  Panamá,  2011. 

Actualmente,  los ecosistemas de manglar del mundo se encuentran seriamente amenazados por actividades industriales poco sostenibles y altamente extractivas tales como la acuacultura del camarón, el turismo a gran escala y la construcción de infraestructura que han determinado un acelerado proceso de devastación que causa grandes impactos ambientales y sociales.

De acuerdo a Redmanglar Internacional (2009),  la pérdida que amenaza los ecosistemas de manglar se da debido a la explotación  irracional y no sostenible de la comunidad,  por medio de la tala,  a gran escala produciendo efectos directos en la pérdida de este recurso así como la pérdida de la barrera protectora de las fajas costeras, depresión de pesquerías, salinización de suelos de vocación agrícola son,  entre otros, efectos que ya viven gran parte de los países en donde la cobertura del bosque de manglar está siendo impactado y disminuido.

Aunque,  se han afectado por las actividades antropogénicas (desmontes,  desarrollo urbano y turístico,  estanques de camarones,  desviación de venas de agua dulce),  se incluyen los eventos naturales como los huracanes debido a los cambios prevalecientes en el ambiente actual.

La sostenibilidad de los humedales costeros no se está ejecutando adecuadamente ya que aunque este recurso natural se le han atribuido una serie de legislaciones y acuerdos internacionales como la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, conocida como Convenio de Ramsar; los manglares de Panamá están siendo condenados tanto por los factores externos producidos por el hombre como por la falta de aplicabilidad e implementación de las normas que regulen las zonas marino – costeras que no tienen una coordinación adecuada de las autoridades específicas que velen por la protección y aprovechamiento sustentable de los manglares de la región.

A pesar de la existencia de muchos estudios de caso que describen la pérdida de manglares en el tiempo, hay escasa información acerca de la situación y tendencia de las zonas de manglares, a escala mundial. 

Sin embargo,  según un informe de la FAO en el 2003,  citado por Redmanglar Internacional (2009),  un 25% de áreas de manglar en el planeta han desaparecido en los últimos 20 años, causando graves impactos ambientales, sociales y en las economías de las comunidades locales usuarias de estos ecosistemas. Las causas de esta deforestación acelerada, es el reclamo de los espacios que ocupan estos ecosistemas para la expansión de ciudades, actividades agrícolas, desarrollos turísticos y principalmente, a partir de la década de los 70, el establecimiento de granjas de cultivo de camarón.

Se estima que sólo el 7% de los bosques naturales que subsisten en América Central son manglares.  Estos constituyen uno de los ecosistemas más representativos que se encuentran en las zonas costeras protegidas en la región. Debido a la disminución acelerada de los bosques tropicales de América Central, sobre todo de bosques secos, los manglares se han convertido en la actualidad en una fuente importante de recursos que permiten satisfacer las necesidades básicas de las familias que viven en las zonas costeras o cerca de las mismas. En algunas áreas costeras secas del Pacífico, las comunidades satisfacen entre el 40 y el 90% de sus necesidades energéticas gracias a la leña obtenida de los manglares. 

Según el Instituto de Agricultura,  Recursos Naturales y Ambiente en su artículo sobre “Uso Sostenible de Manglares en América Central” (2010),  los manglares proveen las necesidades básicas en alimento (peces, flora y fauna y mariscos), recursos forestales (leña, madera, postes y carbón), recursos no maderables (tanino, miel), y también una flora y fauna silvestres abundantes para uso indirecto o directo (turismo, recreo).  Considerando que estos manglares de América Central también desempeñan funciones ecológicas y proveen servicios importantes a las economías locales y nacionales, tales como agua potable, agua para regadío y apoyo para actividades externas.

Pero,  aunque el manglar tenga diferentes recursos y funciones tales como ecológica,  económica y social por la falta de conocimiento de los usuarios,  falta de ejecución de los planes de manejo sostenible y elaboración de proyectos de ordenamiento; y,  por último,  incumplimiento de legislaciones ambientales con referencia a este recurso forestal se da un manejo descontrolado que de continuar así nuestro país se verá afectado ya que muchos rubros o actividades del panameño no se van a poder brindar porque como este es un recurso natural se puede agotar.

Según el informe dado por la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP),  Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y El Caribe (CATHALAC) y Fundación Natura,  en el artículo “Extensión y distribución geográfica de los manglares en la República de Panamá” (2008),  Panamá es uno de los países que a nivel de América Latina posee una de las mayores extensiones cubiertas por manglar.

Su distribución y extensión está documentado debido a las investigaciones coordinadas por diferentes instituciones y organizaciones pertinentes donde queda al descubierto que muchas de las actividades que se han realizado en los manglares sin la debida planificación y sin tomar en cuenta el valor ecológico de estas áreas, han causado su deterioro y en otros casos han puesto dichos lugares en peligro de desaparecer.

A pesar de su importancia ecológica y su potencial económico,  los manglares de Panamá están desapareciendo rápidamente; donde,  las principales causas de pérdida consisten en la ampliación de la frontera agrícola; construcción de estanques camaroneros; desarrollo urbano,  turístico e industrial; uso indiscriminado de agroquímicos y otros contaminantes; y,  por último,  un inadecuado aprovechamiento forestal siendo esta la causa principal actual observada en sitios prioritarios como el Golfo de Chiriquí,  Puerto Pedregal,  debido a que por muchos años ha sido fuente de extracción de productos forestales como leña,  varas,  carbón,  taninos,  madera para construcción de viviendas y galeras para la avicultura realizado sin ningún tipo de manejo técnico,  lo cual ha influido en la desvalorización del manglar.

Según CATHALAC (2009),  la creciente deforestación que vienen sufriendo los manglares de Panamá es motivo de importancia pues peligra la existencia de los ecosistemas marinos costeros,  afectando directamente a las pesquerías y la actividad socioeconómica de la región.

Por consiguiente,  la investigación biológica en este ecosistema de humedal es fundamental para el establecimiento de un estudio en sitios donde ocurra regeneración natural de determinadas especie de mangle para evaluar su desarrollo a través del tiempo ayudando a elaborar planes de manejo sostenible permitiéndole conocer a los usuarios que árbol aprovechar eficientemente para dar inicio a una cultura de conservación con miras hacia el futuro.