El Convenio de Basilea se trata sobre el control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación; es un tratado ambiental global en respuesta a los problemas causados por la producción mundial anual de 400 millones de toneladas de desechos peligrosos para el hombre o para el ambiente debido a su características tóxicas/eco tóxicas, venenosas, explosivas, corrosivas, inflamables o infecciosas.
Este convenio fue adoptado el 22 de marzo de 1989 y la fecha en que entró en vigor fue el 5 de mayo de 1992, y para el año 2001 pertenecen al Convenio de Basilea 143 países entre América Central, el Caribe y América del Sur, algunos son: Antigua y Bermuda, Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Nicaragua, Panamá, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela, entre otros menos Guyana y Surinam.
Entre los objetivos de este acuerdo se pueden mencionar la reducción de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos de una manera consistente con su gestión ecológicamente racional, tratar y eliminar los desechos peligrosos lo más cerca posible de su lugar de generación, y, por último, minimizar la generación de desechos peligrosos en cuanto a volumen y peligrosidad.
Algunos alcances logrados por este convenio para el año 2008 es la adopción de directrices técnicas para el desmantelamiento parcial y total de barcos de acuerdo a criterios que protejan el medio ambiente y adoptando también directrices similares para el manejo de desechos peligros.
En el objeto de este Convenio, las sustancias consideradas como desechos peligrosos se encuentran divididos en diferentes categorías como Categoría de desechos que hay que controlar: Corriente de desechos (Desechos clínicos, Desechos de medicamentos, Desechos de la fabricación, preparación y utilización de productos químicos para la preservación de la madera, Desechos de la producción, la preparación y la utilización de disolventes orgánicos, Desechos que contengan cianuros, Desechos de aceites minerales, Sustancias y artículos de desecho que contengan, o estén contaminados por bifenilos policlorados (PCB), terfenilos policlorados (PCT) o bifenilos polibromados (PBB), otros); Categoría de Desechos que tengan como constituyentes: Metales carbonilos, Berilio, Compuestos de Cobre, Compuestos de Zinc, Arsénico, Selenio, Cadmio, Telurio, Mercurio, Plomo, Cianuros inorgánicos e orgánicos, Asbestos (polvo y fibra), Éteres, Fenoles, otros; Categoría de Desechos que requieren una consideración especial: Desechos recogidos de los hogares y Residuos producto de la incineración de desechos de los hogares; entre otros desechos y categorías.
Estos desechos son peligros ya que constantemente ocasionan la muerte de miles de especies marítima, en su gran mayoría, o de vidas humanas debido que estos desechos son transportados en barcos hacia un lugar destino en el cual se le darán los tratamientos necesarios para su eliminación o reutilización, pero en su recorrido pueden ocurrir derrames como los casos de desechos de hidrocarburos que son más comunes y ocasionan grandes daños hacia el ecosistema. Una manera para controlarlos es evitar el traslado de los mismos y procurar el tratamiento en el lugar de origen, también se pueden evitar procurando que en los hogares y trabajos se elimine la cantidad de desechos producidos anualmente buscando nuevas tecnología económicas y eficientes para conseguir ganancias a largo plazo con los desechos que nosotros mismos producimos.
Este convenio fue adoptado el 22 de marzo de 1989 y la fecha en que entró en vigor fue el 5 de mayo de 1992, y para el año 2001 pertenecen al Convenio de Basilea 143 países entre América Central, el Caribe y América del Sur, algunos son: Antigua y Bermuda, Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Nicaragua, Panamá, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela, entre otros menos Guyana y Surinam.
Entre los objetivos de este acuerdo se pueden mencionar la reducción de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos de una manera consistente con su gestión ecológicamente racional, tratar y eliminar los desechos peligrosos lo más cerca posible de su lugar de generación, y, por último, minimizar la generación de desechos peligrosos en cuanto a volumen y peligrosidad.
Algunos alcances logrados por este convenio para el año 2008 es la adopción de directrices técnicas para el desmantelamiento parcial y total de barcos de acuerdo a criterios que protejan el medio ambiente y adoptando también directrices similares para el manejo de desechos peligros.
En el objeto de este Convenio, las sustancias consideradas como desechos peligrosos se encuentran divididos en diferentes categorías como Categoría de desechos que hay que controlar: Corriente de desechos (Desechos clínicos, Desechos de medicamentos, Desechos de la fabricación, preparación y utilización de productos químicos para la preservación de la madera, Desechos de la producción, la preparación y la utilización de disolventes orgánicos, Desechos que contengan cianuros, Desechos de aceites minerales, Sustancias y artículos de desecho que contengan, o estén contaminados por bifenilos policlorados (PCB), terfenilos policlorados (PCT) o bifenilos polibromados (PBB), otros); Categoría de Desechos que tengan como constituyentes: Metales carbonilos, Berilio, Compuestos de Cobre, Compuestos de Zinc, Arsénico, Selenio, Cadmio, Telurio, Mercurio, Plomo, Cianuros inorgánicos e orgánicos, Asbestos (polvo y fibra), Éteres, Fenoles, otros; Categoría de Desechos que requieren una consideración especial: Desechos recogidos de los hogares y Residuos producto de la incineración de desechos de los hogares; entre otros desechos y categorías.
Estos desechos son peligros ya que constantemente ocasionan la muerte de miles de especies marítima, en su gran mayoría, o de vidas humanas debido que estos desechos son transportados en barcos hacia un lugar destino en el cual se le darán los tratamientos necesarios para su eliminación o reutilización, pero en su recorrido pueden ocurrir derrames como los casos de desechos de hidrocarburos que son más comunes y ocasionan grandes daños hacia el ecosistema. Una manera para controlarlos es evitar el traslado de los mismos y procurar el tratamiento en el lugar de origen, también se pueden evitar procurando que en los hogares y trabajos se elimine la cantidad de desechos producidos anualmente buscando nuevas tecnología económicas y eficientes para conseguir ganancias a largo plazo con los desechos que nosotros mismos producimos.
